Con la irrupción de nuevas tecnologías, las empresas deben hacer un esfuerzo extra por no quedarse atrás e introducirlas, progresivamente, en su operativa diaria. En el caso del sector hipotecario, aquellas herramientas que ya han empezado a impactar y que más influencia tendrán en el medio-largo plazo basan su modelo de trabajo en el empleo de la Inteligencia Artificial (IA) y las API (Interfaz de Programación de Aplicaciones), aseguran desde la FinTech y Mortgage Tech Trioteca.
Cada una de estas tecnologías aporta una dimensión única que, en conjunto, promete remodelar no solo los procesos internos sino también la experiencia del usuario de manera significativa. Tanto la IA como las APIs, explican desde Trioteca, trabajan de la mano para analizar, procesar y enviar grandes cantidades de información, permitiendo decisiones más rápidas, precisas y personalizadas.
“La Inteligencia Artificial (IA) no es el futuro sino el presente”, señala la directora de operaciones y cofundadora de Trioteca, Sara Orra, y añade, “en nuestra operativa diaria ya desempeña un rol esencial, manejando eficientemente la burocracia y los procesos que requieren mucho tiempo, y permitiendo, al mismo tiempo, que nuestros gestores dediquen más atención directa a los clientes, ofreciendo un servicio más personalizado y profundo”.
Las aplicaciones de esta tecnología son múltiples y diversas, yendo desde algoritmos que predicen y ajustan ofertas hipotecarias a las necesidades específicas de cada cliente en tiempo real, hasta la optimización del proceso de gestión, la facilitación de conectividades con los bancos en sus motores de riesgos o el análisis de grandes volúmenes de datos personales y de comportamiento: “para nosotros, la inteligencia artificial es más que una herramienta; es un pilar fundamental que está redefiniendo continuamente el presente y modelando un futuro aún más innovador y eficiente para el sector hipotecario”.
APIficación, la tecnología desarrollada conjuntamente a los bancos
Complementando a la presente implementación de la IA, Rebeca Rodríguez, directora de tecnología y producto de Trioteca, apunta que cada vez son más las entidades que buscan un servicio al cliente más personalizado y una mejor experiencia de usuario a través de la ‘APIficación’. “Hace cuatro años nos llamaban locos, pero ahora hemos conseguido que tanto los bancos más tecnológicos, como los principales del país, como tasadoras, gestorías y notarías, se sumen al carro de un viaje hipotecario pensado por y para el usuario”, confiesa la experta.
La ‘APIficación’, explica Rodríguez, permite una comunicación directa y eficiente entre los bancos y las empresas de intermediación financiera. «Gracias a la integración de APIs, podemos intercambiar información y documentación en tiempo real, conocer el estado de cada operación y determinar su viabilidad además de identificar rápidamente cualquier problema y buscar soluciones para que la operación pueda seguir adelante”, indica.
En ese aspecto, Rodríguez considera que el proceso de optimización a la hora de la implementación de esta tecnología podría ser todavía mayor y “queda un largo camino por recorrer”, sin embargo, “aunque lleve tiempo, marcará un antes y después en la reducción de tiempos en el sector hipotecario” apunta la directora de tecnología y producto de Trioteca.
La importancia del factor humano
A pesar de todos estos importantes avances, el rol de las personas sigue siendo muy importante e imprescindible en el sector hipotecario. Ahora, el valor de los trabajadores, afirman desde Trioteca, reside en su capacidad para “interpretar, empatizar y adaptarse de maneras que la tecnología por sí sola aún no puede alcanzar”.
“Se trata de alcanzar una simbiosis entre tecnología y humanidad”, comenta la experta. Y es que la IA proporciona a las empresas del sector herramientas que amplían su capacidad de análisis y les permiten tomar decisiones más informadas y coherentes, liberando en el proceso a las personas de tareas más mecánicas y permitiéndoles centrarse en aspectos más complejos que requieren un toque humano, “como puede ser la negociación, la interpretación de necesidades individuales complejas, y la construcción de relaciones de confianza con los clientes”.
“El valor de la interacción humana en este sector reside en tareas que requieren sensibilidad y adaptabilidad, como, por ejemplo, al tratar con clientes que tienen situaciones económicas complicadas o al explicar una hipoteca a compradores por primera vez; además, mientras la tecnología puede analizar datos y ofrecer respuestas basadas en patrones y probabilidades, la intuición y experiencia humanas son cruciales para interpretar situaciones únicas o emergentes que aún no han sido completamente mapeadas por los sistemas existentes, algo especialmente relevante en un mercado tan dinámico y variable como el inmobiliario”, sentencia la directora de operaciones de Trioteca.